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Una velada excepcional. Desde que entras la atención es destacable, anfitriona atenta a la reserva que te da las opciones claras. Servicio de garzones atentos y capcitados quienes se dan el tiempo de explicar la esencia del restaurant y recomendaciones tanto de platos como de coctelería, demostrando un conocimiento claro de la carta, ademas durante toda la cena se encontraron atentos a nuestras necesidades. Tiempo de espera excelente: montaje de mesa inmediato, bebestibles no mas de 5 minutos, entrante de cortesía inmediato desde la solicitud de platos y platos de fondo menos de 15 minutos. La cocina excelente, cumplió expectativas. Porciones correctas. Sabores excepcionales que no se encuentran en cualquier lado. En conclusión una excelente experiencia, un respiro de alivio frente a un mundo gastronómico lleno de inmediatez y des prolijidad. Y si bien una buena experiencia no es suficiente para generalizar, deposito mi confianza en shi-nuá de que el que vaya vivirá el mismo buen rato que yo. Volveremos.

Muy buena experiencia Todo rico Precios dentro de mercado para restaurant de carnes Lo mejor el equipo de garrotes, te hacen la experiencia y dominan la carta de comida, vinos y tragos a la perfección para asesorarte

Exquisito desde los panecillos de cortesía hasta el café

I went on a Sunday in mid-February, a quiet time in Santiago due to summer vacations. As a result, parking was plentiful, and the restaurant was only about 25% full. It has its own parking, plus safe nearby streets in case the lot is full. The exterior isn’t particularly elegant, with banners more typical of a roadside diner than a city restaurant. However, inside, the atmosphere is warm, with high-quality Chilean Navy memorabilia covering the walls, ceiling, and floor. Some may find the decor excessive, but I think it makes the place unique, giving it a themed-restaurant feel similar to many in the U.S. Seafood is the specialty, and everything we ordered was excellent. The pisco sour was large, flavorful, refreshing, and strong enough to feel it. The machas a la parmesana (razor clams au gratin) were outstanding—our waiter even mentioned they’ve won awards for them, and I believe it. For the main course, we all had congrio frito (fried conger eel), which was sublime—large, generous, flavorful, and crispy. The side dishes were also exceptional: the puré picante (spicy mashed potatoes) was sensational, and the French fries were among the best I’ve ever had.

Lindo lugar, pero ojo que no ofrece opciones de brunch todo el día. Es más un bistró.