- 整體 5
- 食物 5
- 服務 5
- 氛圍 5
Todo estuvo delicioso, una cena muy diferente e informativa.
Nunca había comido shishitos y me parecieron deliciosos.
El tuétano con atún combina muy bien los sabores del carbón, la grasa del propio tuétano y del atún flameado, la deliciosa trufa negra, y el fresco brote de shiso rojo.
El pollo karaage muy bueno también, delicioso el pollo frito, me encantó la mayonesa con wasabi, pedí más y me regalaron un poco más sin ningún problema.
Los nigiri fenomenales. En ningún otro restaurante japonés había visto lobina rayada, ni huachinango (ambos de Ensenada, B.C.). Quedamos fascinados y pedimos otra ronda de los mismo nigir, ya que estaban muy deliciosos. El toro ya fue otro nivel, nunca había comido atún tan delicioso, esa cremosidad grasosa que no se encuentra en el atún local. En ningún otro restaurante de ningún estilo había consumido atún de este nivel y sabor. Excelente pesca.
La sopa miso muy clásica y deliciosa, fue justo el sabor que recuerdo de la sopa miso.
El sake muuuy bueno, yo ya conocía NAMI Sake Junmai, pero terminé un conociendo toda la línea. Nos explicaron y dieron cata de los 3 sake que elaboran ahí mismo en la fábrica. Pedí una deliciosa Haiku rice lager de casa NAMI, una ochoko de Junmai y pienso volver por una botella de Daiginjo antes de irme del estado.
Y para terminar un riquísimo tiramisú de marcha, con vainilla natural, mascarpone natural, matcha japonés y sake Junmai.
Muy agradecidos con el excelente servicio, las meseras y los jóvenes del bar muy amables y dispuestos. Los chefs nos iban presentando los platos, los describieron y resolvieron nuestras dudas sobre la cultura y tradición, palabras en japonés, sobre el origen de sus ingredientes, etc.
Quedamos encantados mi madre y yo. Ya quiero volver para traer a la demás familia.